El tiempo y vos me enseñaron a amarte y me enseñan cada día. Tus ojos se parecen a tus ojos de una manera inconfundiblemente tuya en mi memoria. Tu llanto ha comenzado a despedirme, has descubierto mi partida, tu llanto ocupa toda la angustia mía. Así también, tu sonrisa ocupa toda mi alegría. Con miradas, llantos y sonrisas he aprendido tanto de ti y nada te he enseñado todavía.
Hermoso vínculo de amor.. pero seguro que ya le has enseñado muchas cosas, aunque aún no sea capaz de agradecértelo tan poéticamente..
ResponderEliminarAmén estuve perdido porque aquí tuvimos un fin de semana largo (sabras)
ResponderEliminarSe agradece el "...tan poéticamente".
abrazo