Caminaba en el monte si perder
la esperanza de amar
con salvaje instinto animal.
Solo él recorre las praderas,
los arroyos, el sembrado
tiene sueños de mares y montañas
tiene ganas de nuevos continentes,
pero el precio que ha pagado es tan alto
o más alto que todo lo ganado.
O tal vez, con praderas, arroyos y sembrados,
compensó los desiertos, los estanques y los terrenos áridos
y quizás remedió con mares y montañas
el vacio, la planicie y la soledad.